Los Petroglifos de Huancor, ahora reconocidos como Patrimonio Cultural de la Nación, son mucho más que meros grabados en piedra. Representan una ventana a un pasado remoto, donde figuras humanas, flora y fauna se entrelazan en una danza de significados. La ministra Leslie Urteaga entregó esta prestigiosa declaratoria en una emotiva ceremonia en la plaza de Armas de Alto Larán, Chincha, Ica.
Un Legado de Antigüedad y Misterio:
Ubicados en las faldas del cerro Huancor, estos petroglifos, con más de 2,200 años de historia, nos hablan en un lenguaje silencioso pero elocuente. Los grabados, tallados con esmero, nos muestran una variedad de escenas que abarcan desde figuras humanas hasta representaciones estilizadas y fantásticas. Cada trazo parece contener un fragmento de la narrativa de una antigua civilización que una vez pobló estas tierras.
Un Vínculo Profundo con la Naturaleza:
La flora y fauna representadas en los Petroglifos de Huancor son un testimonio de la profunda conexión que esta antigua civilización mantenía con su entorno. Cada línea, cada detalle, nos habla de una relación simbiótica entre el hombre y la naturaleza, una comunión que trasciende los siglos y nos recuerda nuestra propia responsabilidad con el mundo que habitamos.
El Legado Arqueológico de Huancor:
El sitio arqueológico va más allá de los grabados. Estructuras cuadrangulares y hornacinas decorativas nos ofrecen un vistazo a la arquitectura de aquel tiempo. Fragmentos de cerámica y restos óseos humanos revelan una ocupación significativa en la época prehispánica. Incluso encontramos un cementerio con tumbas de piedra, unidas con mortero y enlucidas con barro, testigos mudos de una civilización que dejó su marca en la tierra.
Un Compromiso con el Patrimonio Cultural:
La ministra Urteaga destacó la importancia de preservar estos tesoros, no solo como un acto de protección cultural, sino también como una fuente potencial de reactivación económica para la comunidad. La declaratoria como Patrimonio Cultural de la Nación no solo es un reconocimiento, sino un llamado a la corresponsabilidad en la conservación de nuestro legado.
Conclusión:
Los Petroglifos de Huancor son mucho más que grabados en piedra; son las voces de una antigua civilización que claman por ser escuchadas. En cada trazo, en cada figura, sentimos el latir de un pasado lejano. Esta declaratoria nos recuerda que somos los guardianes de esta herencia, y que debemos preservarla con el mismo amor y respeto con el que nos fue legada.
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